Hace mucho que un libro no me llevaba como por un laberinto secreto para descubrirlo.    Lo he leído como se lee una gran aventura y lo he vivido con los ojos de un arqueólogo, historiador, médico; lo he leído con los ojos de Samuel.      Esta es la segunda parte de una saga imperdible y lo que más me gusta es que transcurre en un país que adoro de Latinoamérica, Perú. Este país tiene una gran historia y un increíble enigma. En esta historia no solo conocemos la historia alucinante de Samuel,sino algo que intriga a la ciencia hasta hoy,los jeroglíficos de las pampas del Nasca.       Samuel y sus amigos llevan consigo un deseo de poder ayudar a su familia y no se dan cuenta,de que algo inesperado y trascendental va a ocurrir, algo que los perturbe y a la vez,los asombre.         Alonso y sus amigos paralelamente, han llegado a lo adolescencia con todas las letras y sueñan con ir a la gran fiesta que acontece en Lima, sin embargo algo completamente inexplicable para otras personas, se convierte en una fotografía abierta en el presente y pasado y la historia de la extraña luz de las pampas sacude a nuestros valientes.         Una historia realmente fascinante que los dejará investigando y queriendo saber más sobre Nasca, las señales y la luz. Cosas inexplicables cobran vida y lo imposible de creer se volverá un realidad latente y Alonso llegará hasta las últimas consecuencias para descubrir la verdad que envuelve este increíble misterio.