Escrito por Cecilia C. Nava
Fue un monte y un prado,
una colina de recompensas,
un solitario amor perdido en el viento.
Un cristal dispersado en tréboles.
Fue copa de reyes,
oro y plata.
Navegante tirano que arrasa el mar;
luciérnaga herida en la oscuridad.
Fue un puño sin un golpe;
alba sin eruditos.